III.
FUNDAMENTOS TEÓRICOS DE LA EDUCACIÓN SOCIOCOMUNITARIA
PRODUCTIVA
El
colonialismo abarca la dimensión de dominación política, económica, social y
productiva, manifestándose en el ámbito material, la explotación de la fuerza
de trabajo y el saqueo de los recursos naturales; y la colonialidad29
se
manifiesta en la dominación y subordinación simbólica y cultural, en lo
epistemológico, en el conocimiento, en el imaginario de los pueblos y en sus
acciones concretas.
Por ello, la
educación sociocomunitaria productiva es descolonizadora en el ámbito material
y subjetivo porque transforma las estructuras coloniales30,
revitalizando la relación entre el individuo y la comunidad, propiciando el
desarrollo de una conciencia comunitaria, de reconocimiento de las identidades
culturales, legitimando los saberes y conocimientos propios, los valores
sociocomunitarios, las cosmovisiones y la espiritualidad de los pueblos
indígena originario campesinos y comunidades interculturales, así como la
producción de ciencia, tecnología y arte en diálogo intercultural con los
saberes del mundo.
La ideología
de la educación está articulada con la producción, investigación y el
desarrollo comunitario, con la finalidad de promover en toda la comunidad
educativa una conciencia productiva, creativa y transformadora del vivir bien,
suscitando la revolución cultural del pensamiento y el saber que modifica la
visión etnohomocéntrica y colonial, en la perspectiva de contribuir a la
transformación de las estructuras mentales, sociales, culturales, políticas y
económicas del Estado; desterrando toda forma de dominación, hegemonía
cultural, social y económica, como parte del modelo capitalista y neoliberal,
que se ha constituido en el mecanismo de destrucción de la vida, la
perpetuación de la exclusión y discriminación racial y social.
El Sistema
Educativo Plurinacional fundado en la comunidad, sus valores y estructura,
guiará la formación de las y los estudiantes (niñas, niños, adolescentes,
jóvenes y adultos) para consolidar su compromiso sociopolítico y el desarrollo
de pensamiento crítico32 y propositivo en reconocimiento de las culturas,
saberes y conocimientos de sus comunidades, así como de los avances
científico-técnicotecnológicos de la época en que viven.
De otro
lado, los y las maestros/as y estudiantes del Sistema Educativo Plurinacional
serán capaces de disfrutar de su existencia, vinculando la práctica con la
teoría para actuar en el mundo con capacidad creativa dirigida a la
transformación social, económica, cultural y política, promoviendo prácticas
descolonizadoras que rompan los esquemas mentales individualistas y dogmáticos de
la estructura imperialista alienante, clasista y explotadora, para que sean
capaces de reafirmar y fortalecer sus identidades culturales propias a través
de la práctica de los valores sociocomunitarios y el uso de las lenguas
originarias, potenciar sus capacidades hacia la lucha contra la discriminación
racial, cultural, de género, generacionales, buscando opciones para superar las
inequidades y generar justicia social.
2.
FUNDAMENTOS FILOSÓFICOS Y SOCIOLÓGICOS
2.1
Fundamentos filosóficos
La educación
sociocomunitaria productiva en el Estado Plurinacional boliviano, se fundamenta
en el paradigma del Vivir Bien.
Esas
relaciones y correspondencias son complementarias y están regidas por los
ciclos de vida de las personas, las plantas, los animales y entidades de la
naturaleza y el cosmos, que además desde la dimensión sociocultural e
histórica, incluye en estos ciclos a la persona y a la comunidad, abordando la
salud, la educación, el trabajo y la organización sociocomunitaria desde una
dimensión holística. Por otro lado, la dimensión económica de las relaciones y
correspondencias complementarias, incorpora y desarrolla saberes y
conocimientos, ciencias y tecnologías para el bien común.
El vivir
bien, trasciende el ámbito del bienestar material y se prolonga al bienestar
mental y espiritual desde el trabajo creativo social, comunitario e individual,
al igual que sus ciclos productivos y rituales en armonía con la Madre Tierra,
el Cosmos y las entidades supramateriales33 que cada
cultura posee en un espacio y tiempo determinados.
En el vivir
bien los valores sociocomunitarios son una práctica social y simbólica que
regula y dinamiza las relaciones humanas de convivencia, de respeto recíproco y
complementario con la naturaleza y el cosmos, porque en ellos se sustenta el
Estado34. Valores que asume el Sistema Educativo
Plurinacional aceptando las diferencias culturales, religiosas, económicas,
intelectuales, de capacidades diferentes, de género y generacional, facilitando
y promoviendo el acceso a la justicia y a las oportunidades sin distinción
alguna en todos los ámbitos de la vida, por lo que el Vivir Bien requiere que
todas las personas accedan al disfrute de la riqueza material e intangible
generando una cultura redistributiva y de equidad.
La
convivencia comunitaria sin asimetrías de poder, se expresa en la práctica de
la vida cotidiana y el ejercicio de autoridad con visión de servicio a la
familia y la comunidad, la administración paritaria, transparente y toma de
decisiones en consenso. Esto implica equilibrar las asimetrías heredadas desde
la colonia, asumiendo el protagonismo del cambio y la transformación social
proyectada desde las actitudes y acciones cotidianas individuales hasta los
grandes proyectos sociocomunitarios plurinacionales.
El Sistema
Educativo Plurinacional creado en la comunidad, sus valores y estructura,
guiará la formación integral y holística de las y los estudiantes (niñas,
niños, adolescentes, jóvenes y adultos) en interrelaciones con equidad y
justicia social, desarrollando alta sensibilidad de convivencia, a la dignidad
humana, la diversidad cultural y los problemas de su entorno para potenciar sus
capacidades hacia la lucha contra la discriminación racial, cultural y de
género.
2.2. Fundamentos sociológicos
La educación
productiva es sociocomunitaria, porque tiene como fundamento los valores, las
estructuras organizativas, los territorios habitados35,
internalizados y significados socioculturalmente por las comunidades del Estado
Plurinacional, que geográficamente son las villas, zonas, barrios, ayllus,
markas, tentas, capitanías, ciudades, municipios y otras formas de organización
territorial.
A partir de
ello, lo sociocultural se conceptualiza en la dimensión práctica de dos ámbitos
de la acción humana: lo social y la cultura, donde lo social es la
interrelación e interacción individual o grupal de las personas; en tanto la
cultura es la esfera que se desarrolla como producto de esa interacción,
definiendo sistemas de organización económica, política, lingüística y
sociocultural.
En ese marco
definimos cultura como “el conjunto de realizaciones humanas que han
trascendido de alguna manera a nuestro tiempo y que le permiten al hombre
conservar, reproducir y crear nuevos conocimientos y valores para la
transformación de su medio social y natural, (…) una visión del mundo que
siempre encierra un compromiso sociohistórico y un basamento político e ideológico
concreto”36. En ese sentido, las comunidades constituyen la
unidad sociocomunitaria más concreta de la vida. Están conformadas por las
sociedades, las montañas, los bosques, los ríos, los lagos, las piedras, los
animales, los ritos, las ofrendas, las fiestas y el entorno que condicionan las
relaciones de convivencia armónica, de respeto y equilibrio material y
espiritual entre los seres humanos, la Madre Tierra y el Cosmos.
Más allá de
las ciencias formales, una comunidad es un ser vivo, una historia en movimiento
y porvenir, vinculados todos a un proyecto histórico común, relacionándose de
manera permanente con la Madre tierra y el Cosmos, mediante elementos
simbólicos que le permiten conversar bajo la mediación de entidades no
materiales y espirituales.
3.
FUNDAMENTOS EPISTEMOLÓGICOS
La educación
sociocomunitaria productiva tiene como desafío fundamental responder al
desarrollo del saber, la sabiduría y el conocimiento desde la visión de los
pueblos indígena originario campesinos, en diálogo con las teorías del
conocimiento sustentadas desde la visión occidental.
En ese
sentido, los fundamentos epistemológicos son entendidos como teoría y crítica
de los conocimientos y sus usos sociales; mediante la discusión, análisis,
reflexión y toma de decisiones sobre los procesos de producción, transferencia,
difusión y aplicación de conocimientos y sus interrelaciones.
Desde esa
perspectiva, la concepción epistémica de los saberes y conocimientos no se
reduce a una construcción de conocimientos a partir de la relación entre un
sujeto que conoce y un objeto conocido. La operación del conocimiento,
incorpora otros espacios y procesos que se articulan en el rescate y producción
de los saberes y conocimientos en el ámbito educativo. Mientras la escuela
tradicional “formó” en una orientación reproduccionista del conocimiento37, esta nueva
epísteme se construye a partir de la relación dialógica que se da entre el ser
humano, la Madre Tierra y el Cosmos. En ese entendido, los saberes y
conocimientos temporalizados, espacializados y territorializados se asumen desde una dimensión holística que
además aborda la relación existente entre ideología y poder para la
democratización y redistribución del conocimiento.
A partir de
lo mencionado, el tratamiento del conocimiento en el currículo se basa en los
aportes provenientes de la experiencia educativa no escolarizada de cada una de
las culturas indígena originaria campesinas de nuestro país; de las
experiencias de la escuela ayllu de Warisata, donde el conocimiento es
concebido como algo dinámico, inacabado, cambiante, pero que además se crea y
produce en la vida; y por otra parte, de los aportes provenientes del
conocimiento universal a partir de sus diversas disciplinas. En otras palabras,
el conocimiento en el currículo se organiza y construye a partir de:
·
Las cosmovisiones, saberes, conocimientos,
experiencias, valores y prácticas culturales de los pueblos indígenas
originarios y comunidades interculturales
·
La experiencia de la escuela ayllu de Warisata.
·
Las diferentes concepciones científicas, sus
límites, relaciones y procesos entre disciplinas.
También se
asume el desarrollo de los saberes y conocimientos como un proceso integrador,
que tiene su reflejo curricular en la necesidad de un enfoque
interdisciplinario y transdisciplinario38 en el
abordaje de los contenidos de enseñanza y de las actividades que se realizan
con fines formativos, como condiciones necesarias para la formación de
estudiantes capaces de crear y recrear formas de vida más naturales, de
identificar y solucionar problemas, de asumir desafíos complejos en la vida
cotidiana.
Finalmente,
los fundamentos epistemológicos del Sistema Educativo Plurinacional son
concebidos como un proceso de construcción permanente, que necesariamente
involucran procesos educativos que retroalimenten su autoconstrucción. En otras
palabras, es imposible hacer teoría comunitaria sin la práctica de la educación
comunitaria y viceversa.
4.
FUNDAMENTOS PSICOPEDAGÓGICOS
La educción
sociocomunitaria productiva es única, diversa y flexible. Única donde se
combinan las exigencias educativas generales para todos los bolivianos y
bolivianas que establece la Ley “Avelino Siñani – Elizardo Pérez”; diversa en
respuesta y atención a las particulares formas de organización territorial39
de
cada una de las regiones, pueblos y culturas que integran el Estado Plurinacional
Boliviano, con la orientación de criterios de atención a las potencialidades
productivas, las unidades bioecosistémicas, las vocaciones productivas,
propuestas de desarrollo local y cosmovisiones e identidad cultural de los
pueblos y la flexibilidad necesaria para que el currículo sea permanentemente
evaluado y actualizado. Las experiencias psicopedagógicas que influyen en su
fundamentación son:
La Escuela
Ayllu de Warisata que desarrolló la educación de la vida, donde saber bien era
la condición educativa del vivir bien; donde la sociedad en conjunto educa a la
sociedad en su conjunto. En este sentido, la escuela pierde su dimensión de
recinto aislado, cerrado, apartado de la sociedad y el entorno, y se transforma
en una institución de la vida que contribuye a la formación de un ser humano
con potencialidades y capacidades para aprender y desarrollarse en el mundo de
hoy.
Warisata se
caracteriza por desarrollar una pedagogía productiva y liberadora, una
educación activa y de trabajo destinado al bien comunitario. Permite pensar y
actuar con ideología propia y desarrollar un pensamiento crítico, creativo y
propositivo, dirigido a la producción de bienes materiales, intelectuales y
espirituales para el bien común.
La pedagogía
liberadora de Paulo Freire, sustentada en los elementos y principios postulados
de las teorías sociocríticas en las que la comunidad educativa reflexiona sobre
el proceso educativo, de manera crítica, ligada a la realidad. Para la escuela
sociocrítica, el acto educativo se concibe como una interacción recíproca y
complementaria entre el estudiante, el maestro y el entorno. Este proceso se da
desde una acción dialógica liberadora40. Así, la
producción y apropiación del conocimiento está orientada a la transformación de
la realidad y la lucha por la liberación de la conciencia, el cuestionamiento a
las inequidades económicas y políticas, el trabajo libre, la desalineación y la
afirmación de los seres humanos como personas que viven en comunidad. En este
sentido, para la educación sociocomunitaria productiva el diálogo se convierte
en un elemento esencial del proceso educativo, como práctica de libertad,
siendo el encuentro que solidariza la reflexión y la acción de las personas
encausadas hacia el mundo.
El enfoque
teórico de enseñanza aprendizaje histórico-cultural planteado por Vigotsky,
establece la interacción entre lo individual y social en la formación y
desarrollo de la personalidad, donde el aprendizaje del estudiante se logra con
la ayuda, guía y colaboración del/la maestro/a, la comunidad educativa y el
entorno. En ese marco, el enfoque pedagógico busca formar estudiantes que
interactúen y se apropien de la cultura, a partir de un proceso participativo,
formativo, activo, reflexivo, crítico, integrador y comunitario, mediante el
cual se aprende de forma sucesiva, procedimientos, pensamientos y formas de
actuar ligados al trabajo y la producción tangible e intangible.
De esta
manera, el enfoque histórico-cultural de la educación concibe el desarrollo
personal como una producción permanente de saberes y conocimientos, a partir de
las historias de vida en todos los ámbitos sociocomunitarios, así como de
instrumentos mediadores que regulan y orientan la relación con el mundo
externo, como la simbología, las lenguas, las manifestaciones culturales, entre
otras.
La educación
sociocomunitaria productiva se establece a partir de las condiciones sociales y
culturales con las que interactúa el ser humano desde el momento de su
concepción, tiene un carácter biopsicosociocultural sobre el cual se
desarrollan la personalidad y el ser social, desde la escuela, familia, la
comunidad y el Estado.
En esta
concepción, la escuela-familia-comunidad-estado como
institución de interacción con el entorno, es una condición necesaria para la
configuración de los escenarios donde se desarrollan los procesos educativos.
Por ello, la educación en la vida, entendida en toda su amplitud, opera como un
centro transformador de los agentes educativos que participan en la formación
de los niños, niñas, adolescentes, jóvenes, adultos y adultos mayores, como en
su autodesarrollo.
Por tanto,
el nuevo paradigma educativo del vivir bien, tiene un enfoque pedagógico
descolonizador, comunitario, productivo y liberador, donde los procesos
educativos son de carácter práctico-teórico-valorativo-productivo, orientados
a la formación integral y holística del ser humano en complementariedad con el
entorno, preparados para desarrollarse en todas sus potencialidades y
capacidades para vivir bien. A partir de ello:
·
La práctica, se constituye
en toda fuente de saber y conocimiento que emerge de los fenómenos tangibles e
intangibles de la vida, de su observación, de la experimentación y de las
interpelaciones que surgen en torno a ellos, desde diferentes ámbitos del
conocimiento. Esto posibilita el desarrollo y fortalecimiento de capacidades,
habilidades y destrezas en los espacios productivos de aprendizaje,
considerando la gradualidad de dificultades, la complejidad de su
internalización en relación con las características biopsicosocioculturales de
las personas.
·
La teoría, deriva de la
práctica, en la concepción de lo observado y experimentado. Se basa en las
primeras conclusiones que son producto del desarrollo de capacidades,
habilidades y destrezas en base a la observación y experimentación en los
espacios productivos de aprendizaje. Los conceptos elaborados, organizados y
sistematizados generan teoría, que contribuye a la explicación multidimensional
de las preguntas y respuestas planteadas respecto a un determinado fenómeno social
o natural.
·
La valoración, como
resultado de la práctica y teorización, se establece en un tiempo y espacio de
reflexión que facilita la autoevaluación del desarrollo de las capacidades,
habilidades y destrezas aplicadas a la vida en cuanto a su uso y pertinencia.
La valoración sin embargo, no completa su ciclo en tanto no se vincule a los
valores sociocomunitarios, es decir, que debe proyectarse su utilidad para el
bien común, fortaleciendo actitudes positivas hacia la transformación social,
en relación complementaria con la Naturaleza y el Cosmos, para vivir bien.
·
La producción, integra la
práctica, la teoría y la valoración en actividades, procedimientos técnicos de
operación y en productos terminados, generando así bienes tangibles e
intangibles en bien de la comunidad. Todos los anteriores momentos del proceso
pedagógico, convergen en la concreción de la producción donde se integran los
saberes y conocimientos provenientes de diferentes áreas y campos.
Por tanto,
los procesos educativos son de carácter práctico-teórico-valorativo productivo y se desarrollan en espacios productivos de enseñanza aprendizaje,
constituidos en el aula, los talleres, laboratorios, gabinetes, campos
deportivos, campos de producción y el entorno sociocomunitario en general.
Estos espacios se integran y complementan, a partir de un sentido básico de
desarrollo de iniciativas, esfuerzo, sociabilidad y responsabilidad, donde el
trabajo social productivo es una acción dinámica y creativa, y no se reduce a
una experiencia mecánica, técnica y utilitarista.
En la
perspectiva de los procesos educativos definidos, el/la maestro/a se convierte
en agente educativo de cambio, juegan un papel esencial en los procesos de
interacción e integración entre la familia, la escuela, la comunidad, la
sociedad y el Estado para desarrollar una educación descolonizadora,
productiva, comunitaria, intracultural, intercultural, plurilingüe y científico
tecnológica.
El/la
estudiante como parte activa de la comunidad educativa, es una persona con
formación técnico humanística integral y holística, con visión intracultural,
intercultural, plurilingüe y pensamiento crítico y propositito, que actúa en el
marco de los principios y valores del Estado Plurinacional, con
autodeterminación ideológica, política, económica y cultural. Está comprometido
con la problemática local y nacional para contribuir en la generación de
procesos de transformación y desarrollo para el Vivir Bien. Aplica y crea
tecnologías propias y apropiadas en todos los ámbitos de la vida, de manera
integral en la producción material e intelectual en armonía con la Madre Tierra
y el Cosmos.
La familia,
comunidad y el Estado se constituyen en la matriz cultural que consolida la
identidad y la memoria histórica de los pueblos, constituyéndose en el soporte
del actual modelo educativo. Facilitan la apropiación de saberes,
conocimientos, prácticas y valores que proyectan la formación integral y
holista a partir de la relación complementaria y recíproca entre el sistema
educativo y el Estado Plurinacional para la vida sociocomunitaria.